miércoles, 2 de noviembre de 2011

ENLACE QUÍMICO


La mayoria de los átomos tienden a combinarse para formar moléculas diatómicas o poliatómicas, aunque ciertos elementos no muestran afinidad hacia otros átomos y constituyen moléculas monoatómicas, como en el caso de los gases nobles.

Cuando los átomos se unen para formar moléculas hay un intercambio de electrones de valencia, esto es, de los electrones de la capa más externa de cada átomo. Esta unión, que es la más estable, se logra porque los átomos ganan, pierden o comparten electrones, y la atracción resultante entre los átomos participantes reciben el nombre de enlace químico.

El enlace también se define como la fuerza que mantiene unidos a dos o más átomos, condicionada por la cantidad de energía contenida en ellos que debe ser suficiente para vencer las fuerzas de repulsión que se deben a la presencia de cargas eléctricas en los átomos.


L. C. Pauling dio la siguiente definición:  "la fuerza de enlace entre ellos  (los átomos), de una magnitud tal que conduzca a la formación de un agregado de estabilidad suficiente que  garantice su consideración como una especie molecular independiente".

Al estudiar la constitución de las sustancias se encuentra que todas estan formadas por agrupaciones de átomos, que unas veces forman agregados neutros llamados moléculas, y tras resultan con carga: los iones (unicamente los gases nobles y algunos metales en estado de vapor poseen moléculas monoatómicas). La unión entre átomos, moléculas o iones es lo que constituye el enlace químico.

Para comprender el comportamiento de los elementos, es necesario establecer un modelo teórico que explique lo que ocurre cuando se unen los átomos.

Existen interacciones en las sustancias comunes como el agua, el dióxido de azufre (un contaminante de la atmósfera, el metano (gas natural), el octano (componente de la gasolina), el etanol (alcohol de 96º), desde luego, también están presentes en las moléculas de los seres vivos. Las fuerzas que dan origen al enlace químico se han clasificado en dos grandes grupos: interacciones fuertes (fuerzas intramoleculares) e interacciones débiles (fuerzas intermoleculares).

Las fuerzas intramoleculares son los enlaces quimicos que dan origen a las moléculas. Cuando se afectan estas atracciones ocurre una reacción química.
Las fuerzas intermoleculares determinan y explican muchas propiedades físicas de las sustancias: ¿Por qué se pueden licuar los gases? ¿por qué el hielo seco se sublima a temperatura ambiente? ¿por qué flota el hielo?

En el enlace químico la configuración electrónica del nivel más externo de los átomos, llamado también nivel de valencia, juega un papel decisivo. De esta configuración depende, además, el tipo de enlace que se forme. Los gases nobles presentan una distribución electrónica de máxima estabilidad con los orbitales s y p de valencia ocupados por completo (s2p6). Los demás elementos poseen niveles de valencia incompletos y de ahi su mayor o menor reactividad.

La formación espontánea de un enlace es una manifestación de la tendencia de cada átomo a alcanzar el ordenamiento electrónico más estable posible. Es decir, la molécula que se forma representa un estado de menor energía que los átomos aislados.

Los principales modelos utilizados para interpretar a las fuerzas intramoleculares son el enlace covalente y el enlace iónico, con sus variantes, los enlaces polar, covalente coordinado y metálico. Con respecto a las fuerzas intermoleculares se consideran cuatro tipo de interacciones: ion-dipolo, dipolo-dipolo, las fuerzas de London y el puente de hidrógeno.

También se estudia el aspecto geométrico de las moléculas de una manera sencilla. Las sustancias covalentes, ya sean moléculas iones poliatómicas, presentan formas características. Los estudios con rayos X de los cristales moleculares constituyen una fuente de información muy amplia sobre la estructura de las moléculas.

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